domingo, diciembre 30, 2007

La última del año

Un año más ha se ha ido, con sus alegrías y sus tristezas. Un año lleno de sucesos inesperados y algunas cosas interesantes. Principalmente lo dediqué a cerrar pendientes, y finalmente me siento libre para ponerme nuevas metas. Es emocionante la incertidumbre.

También me he dado cuenta que cuando realmente me propongo a realizar un plan, los resultados siempre son los esperados, así que es momento de proponerme nuevas cosas, y ponerlas en práctica. Que planeo para el próximo año? Aún no lo se, leer mucho, algún viaje largo, conseguir novia, estudiar otra vez? Todavía queda un día para reflexionar.

De libros, solo leí 12, aunque el de Montecristo debería contar por dos, y la primera parte del Quijote por uno más, ya que la segunda no la he podido terminar. Bueno, el primer libro del 2008 será un buen título para comenzar. Hay un par de libros en cola, y haber con qué otros me encuentro.

Feliz Año Nuevo 2008!!!

miércoles, diciembre 19, 2007

De políticas bancarias y publicidad

Pues bien, resulta que me vi en la necesidad de solicitar un préstamo bancario, aprovechando una promoción que me enviaron por correo, que aseguraba un préstamo inmediato hasta por tal cantidad con solo presentar identificación oficial, comprobante de domicilio y el folleto, presentándolos en cualquier sucursal.
  1. No fue inmediato, aunque me dijeron que al día siguiente estaría listo.
  2. Yo vivo en un estado y trabajo en otro, así que fui a una sucursal cerca de donde trabajo. Me pidieron un carta de mi trabajo que indicara que estaba trabajando con ellos y mi antigüedad, debido a que mi identificación y comprobantes de domicilio eran de otro estado.
  3. Cancelé mi solicitud y busqué formas alternativas de obtener un préstamo.
Entiendo que se quieran asegurar que la persona a quien van a hacer el préstamo les va a pagar, pero no se supone que ya sabían esto al enviar por correo la promoción? Además, le están prestando a un cliente, no a alguien nuevo que desea hacer solicitar un préstamo.

Ni modo, así son los bancos, pero que bueno que siempre no pedí el préstamo.