lunes, diciembre 08, 2008

Motoaventuras

Hace poco, tuve la fortuna de sacarme una moto en un sorteo. A pesar de que me imaginaba ganador, (asumo que todos los que entran a una rifa se sienten así), no creía que realmente me fuera a sacar un premio.

Soy nuevo en el mundo de las motos, pero tomé un curso para aprender y ya le estoy agarrando las mañas de esta, pero siempre hay cosas que se tienen que experimentar mínimo una vez, para que no nos vuelvan a pasar.

Me pasó con mi primer celular, y ahora con las llaves de mi moto, los perdí momentaneamente. El caso del celular tal vez lo escriba en otra ocasión, no fue muy relevante, pero el de la moto si vale la pena recordarlo.

Resulta que quedé de verme con mis amigos para tomarnos un café y presumirles mi suerte. Todo bien hasta ahi. Al momento de pagar, salgo al cajero acompañado de dos amigos, uno que me acompaña al cajero y otro que quería darse una vuelta en la moto, y mientras revisaba la bolsa de mi pants y mochila, me di cuenta de que no tenía las llaves de la moto. Aprovechando la ida al cajero, fui a darle una vuelta a la moto, para ver si no las había dejado pegadas (yo estaba seguro de que no), y me encuentro con una nota que decía que las llaves las tenía el poli que cuidaba el estacionamiento, pero que tendría que pagar 500 pesos.

Al leer la nota, nos dirigimos con el poli encargado. El poli inicialmente se hizo el pen... tonto, argumentando que no sabía nada, que acababan de cambiar de turno y que el poli anterior no le había comentado nada. Le preguntamos si había forma de comunicarse con el poli anterior, pero dijo que no sabía. Mientras discutíamos, de pronto dice "las llaves son un objeto perdido, ¿cuánto pagarías por recuperarlas?" ¡ajá! ¡ahi está la movida, quiere su tajada! Después de ver esto, me pregunta uno de mis amigos "¿Tienes duplicado?", y en ese momento recuerdo que si, en mi casa, así que se ofrece para darme un aventón e ir por ellas y no pagar nada.

Unos amigos se quedaron a cuidar la moto mientras íbamos a mi casa, y a medio camino de ida, nos llaman diciendo que el poli ya había encontrado las llaves, asi que nos regresamos y me las entregaron, y no di ni un quinto.

Si el poli se hubiera visto buena onda y me hubiera dado las llaves por su cuenta, de mi habría salido el darle 100 pesos. Muy religioso no soy, pero tiene rato que no ando solo.

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